Si no existen ulceraciones importantes que comuniquen con cavidades, el baño y la ducha diaria son muy recomendables. Se debe disponer de un termómetro de agua que, consultado de forma rutinaria, evite quemaduras.
Quienes tienen limitada su musculatura torácica pueden descansar cómodamente la cabeza, cuando la bañera esté llena, sobre una plancha de gomaespuma.
La trasferencia dentro de la bañera será fácil si la aproximación de la silla de ruedas es adecuada y se dispone de un banco supletorio. El uso de manoplas y jabón líquido facilita las maniobras de enjabonado, pueden realizarse con una sola mano.
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