Últimos datos
Los accidentes por caídas representan en los últimos cuatro años la causa más importante de ingreso por lesión medular aguda en nuestro centro. Durante 2015 el 26% de los ingresos sucedieron como consecuencia de caídas casuales.El porcentaje de caídas ha experimentado una subida respecto a los datos de años anteriores. Es llamativo también que un 33,5% de las mismas ocurran en el ámbito doméstico.
Tropiezos, deslizamientos, desequilibrios, caídas desde una determinada altura o una escalera, caídas de un objeto que golpea la columna vertebral, son algunas de las situaciones que han engrosado en los últimos años los ingresosen el Hospital nacional de Parapléjicos hasta convertirlas en el número uno de las causas de lesión medular de origen traumático.
Según estudios sobre caídas en domicilios parece existir una relación entre muchas caídas y las carencias en la iluminación del hogar. El diseño de entornos hostiles con una disposición poco accesible, como por ejemplo la ubicación de interruptores cercanos a las escaleras es otra causa común. Según estos mismos estudios muchos tropiezos se deben al grosor de las alfombras (donde, al contrario de lo que pueda pensarse, aquellas de menor grosor son lasque provocan más caídas, ya que tienden a enredarse en los pies). Los firmes deslizantes, los objetos en el suelo de las casas o la carencia o inadecuada ubicación de pasamanos en las escaleras, tienen mucho que ver con este tipo de accidentes. Las caídas originadas en el baño, el salón y el dormitorio son las más comunes en el domicilio.
En cuanto a las caídas en la vía pública, los bordillos en mal estado, los agujeros o baldosas rotas, escalones demasiado elevados, escaleras y rampas con ausencia de pasamanos, entre otras deficiencias, forman parte de las circunstancias relacionadas con las lesiones.
El propio hogar del accidentado, en un 40 por ciento de los casos, es el escenario más común del trauma, frente al 20 por ciento de accidentes laborales. Le siguen en frecuencia las caídas en la vía pública.
Los mayores de 65 años son quienes sufren más caídas.
Hay mucho camino por delante en la puesta en funcionamiento de estrategias preventivas para acometer la realidad de los accidentes domésticos. Seguramente la educación, junto con la disposición de entornos más amigables y seguros en el hogar, basados en la habitabilidad, el diseño para todos, la ergonomía y la biomecánica del cuerpo humano, sean algunas de las claves para disminuir este tipo de accidentalidad.