Preguntas frecuentes sobre reeducación sexual y reproducción asistida
El aparato sexual del hombre consta de dos testículos en los que, por estímulos hormonales, se producen los espermatozoides o células masculinas para la reproducción, que ascienden mezclándose con el líquido segregado por la próstata y salen al exterior a través del pene, cuando se contraen las vesículas seminales. Este líquido, producido en los órganos genitales masculinos, se llama semen.
En la adolescencia el hombre experimenta variaciones en sus genitales cuando se produce una situación de emotividad sexual. El pene se pone rígido y aumenta su tamaño y dureza. A esto se llama erección. Los estímulos que causan esta erección se provocan por el tacto de las zonas sexuales, por sensaciones de otros lugares del cuerpo, por fantasías y recuerdos anteriores y por estimulación de órganos de los sentidos. Con todas estas posibilidades se elaboran los impulsos que llegan al centro medular de la erección, que está situado en la región sacra (S2, S3 y S4).
Cuando la excitación llega al máximo, acompañando a una vivencia placentera, conocida como orgasmo, se expulsa el semen en la vagina, con la contracción de las vesículas seminales y el cierre de los esfínteres que dan entrada en la vejiga urinaria. Es la llamada eyaculación.
Los movimientos rítmicos que se producen durante ella y las contracciones musculares necesarias para la eyaculación están reguladas por el centro medular de la eyaculación, situado en L1, L2, y L3. Para el acto reflejo eyaculatorio se necesita una gran excitación sensitiva placentera.